Grupos fronterizos piden que se rechace la nominación de Pendley como director de la Oficina de Administración de Tierras
‘No sólo deberían quitarle los votos a Pendley en el Senado, deberían sacarlo del BLM lo antes posible’
This story is also available in available in English here.
Muchos de quienes vivimos en el Suroeste tenemos una conexión evidente, indestructible y multigeneracional con nuestras tierras federales. Desde tiempos inmemoriales, 22 naciones indígenas han llamado hogar a este vasto territorio de montañas, desiertos y planicies. A la fecha, muchas personas Indígenas dependen de estas tierras para su uso espiritual, cultural y de sustento.
La conexión de los grupos Hispanos, Latinos y Mestizos se remonta al menos 477 años atrás, a la época de las concesiones de la colonia española y la creación de acequias. Muchos de ellos siguen cultivando y pastoreando animales en tierras federales.
Como director ejecutivo del Proyecto de Conservación Nuestra Tierra, trabajo desde el empoderamiento, la defensa y la educación para asegurar que las comunidades fronterizas tengan acceso a los espacios al aire libre y para que nuestra historia, valores y comunidad estén reflejadas en las decisiones de manejo territorial. Muchos de nosotros dependemos del uso sustentable de estos territorios para la caza, la pesca, la recolección de recursos maderables y plantas medicinales con sus beneficios para la salud física y mental, la recreación y nuestras economías.
Ahora tememos que los recursos que hemos custodiado en el Suroeste por miles de años se vean amenazados con la nominación de William Perry Pendley como director del Oficina de Administración de Tierras (BLM por sus siglas en inglés), una posición que ya ha llevado como director en función por casi un año y de la cual estamos en completo desacuerdo.
Las comunidades fronterizas no son las únicas preocupadas por esta nominación. El senador de Montana, Jon Tester, y otros ocho senadores del Oeste del país firmaron una carta en la que declaran que Pendley no es apto para supervisar al BLM, describiéndolo como alguien que “ha apoyado a extremistas, defendido concesiones en conflicto con tierras sagradas sin consultar a las comunidades Indígenas y que ha trabajado, durante años de cuidadosas negociaciones, para debilitar la protección del hábitat de la vida silvestre”.
El BLM gestiona más de 100 millones de hectáreas de tierras federales, la mayoría en el Oeste. Estas tierras pertenecen a todos los ciudadanos y son inseparables de la cultura viva de las naciones Indígenas y de las comunidades Hispanas, Latinas y Mestizas de la frontera y más allá.
Se requiere un líder con una guía moral para manejar y custodiar estos valiosos recursos naturales y culturales para que mis hijos, tus hijos y sus hijos puedan seguir disfrutando de ellos.
Para equilibrar sus necesidades con la salud y sustentabilidad a largo plazo de estos paisajes multi-estatales — incluyendo el hábitat de especies amenazadas, cuencas que provean agua limpia y corredores de fauna silvestres esenciales para los grandes predadores — se requiere de un líder que entienda cómo conciliar intereses que a menudo están en conflicto. Sobre todo, se requiere un líder con una guía moral para manejar y custodiar estos valiosos recursos naturales y culturales para que mis hijos, tus hijos y sus hijos puedan seguir disfrutando de ellos.
No creo que William Pendley sea capaz de hacer estas cosas. Su historial demuestra que es un extremista que no defiende las tierras federales — la última persona que debería de estar a cargo de custodiarlas. En 2016, en una columna del National Review, hizo un llamado público a Estados Unidos para que “vendiera las tierras del Oeste”. Por mucho tiempo ha propuesto anular por completo las bases legales de la posesión de tierras federales. Se han documentado conflictos de interés, incluyendo el trabajo que hizo Pendley en nombre de compañías de gas, petróleo y minería. Ha defendido los intentos del Presidente Donald Trump de desmantelar los monumentos nacionales de Grand Staircase-Escalante y Bears Ears.
Este oscuro historial me sugiere que podríamos esperar cosas similares si Pendley es elegido como directivo del BLM.
Si sinceramente creemos que nuestra generación tiene la obligación moral de manejar los recursos naturales y culturales de una manera sustentable y responsable para entregarlos a las generaciones futuras, tener a Pendley al mando sería un sacrilegio. Si honramos la rica e irremplazable historia y cultura del Suroeste; si creemos en la equidad e inclusión de nuestras culturas, entonces Pendley se muestra como un candidato peligroso para manejar las tierras que son el corazón de nuestra región y nuestras vidas.
Si creemos — como yo y la mayor parte de la gente del Oeste — que las tierras federales deben permanecer en manos de todos, ser accesibles y usadas de manera responsable por los ciudadanos sin importar raza, religión o estatus sociales, entonces no sólo deberían quitarle los votos a Pendley en el Senado, deberían sacarlo del BLM lo antes posible. Estados Unidos y la Oficina de la Administración de Tierras lo merecen.
Ángel Peña es director ejecutivo del Proyecto de Conservación Nuestra Tierra, arqueólogo, descendiente de inmigrantes y vive en Las Cruces, NM, con su esposa y tres hijos. Escribe a High Country News a [email protected] o manda una carta al editor.
Este artículo fue traducido por Clara Migoya, una reportera bilingüe y científica ambiental. Estudia una maestría doble en Periodismo y Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Arizona. Follow @claramigoya
- Bureau of Land Management
- Opinion
- Public Lands
- Borderlands
- Southwest
- Department of Interior
- Donald Trump
- Politics